Queridos lectores,
Algo en que había pensado por mucho tiempo, pero que nunca se realizó, nació hace poco. Mi última entrada, «Nunca Olvido…«, se revolucionó por la colaboración con una escritora que aprecio muchísimo. Ya que el español no es mi idioma materna, siento que a veces llego a mis limites con mi estilo y expresiones, algo que humildemente tengo que aceptar. Así pensaba en una colaboración con mi amiga Emafis, la cuál aceptó con ganas este trabajo, y juntabamos a mis sentimientos y su arte de escribir. El resultado de esta unión, o en otras palabras, PIMP MY POEM, les quiero presentar ahora… Espero que les guste!
Saludos… aalilamar
NUNCA OLVIDO…
Nunca olvido el tacto de tu piel, su sabor, ese sabor que confunde a mis sentidos a veces apagados y otras veces dormidos.
Nunca olvido el olor de tu piel, la fragancia que recorre tu cuerpo de terciopelo azul, el sudor que desliza brillante y resbaladizo por el paraíso de tu Edén.
Nunca olvido tu mirada, justo antes de besarme, tus pupilas clavadas en lo más profunda de mi oscuridad.
Nunca olvido tu cuerpo tembloroso y a mi deseo enmudecido que viaja por ti sin importarle el viejo reloj, ese viejo reloj impaciente, que marca sus horas intentando robar los segundos a las paredes frágiles que nos rodean.
Nunca olvido las palmas de tus manos dibujando sobre mi cuerpo el camino que va de tu corazón al mío, haciendo vibrar al silencio que sólo se rompe por nuestros suspiros fugaces .
Nunca olvido tu silueta, esa silueta bañada por la penumbra, que se une a la mía de forma perfecta.
Nunca olvido tus labios, pétalos de rosa, que florecen en mis labios, llenándolos de una primavera imprevista.
Nunca olvido tus mordiscos devorando cada pliegue, cada extremo de mi cuerpo enfurecido.
Nunca olvido tus muslos, esos por los que navego incasable, esos que me hacen perderme y ansían llegar hasta los acantilados donde tu deseo habita, donde tu deseo quiere dejar ser el ermitaño solitario y eterno.
Nunca olvido como me pides hacerte mía, como tus gemidos placenteros cubren mi respiración llenando mi vacío.
Nunca olvido como cambias, primero sumisa, como una musa a la que el escritor le da vida a su antojo, de pronto desobediente retando al viento, escondiéndote de él.
Nunca olvido tu almíbar dulce y sensual apoderándose de mis brazos sucumbidos por tu pasión.
Nunca olvido tus movimientos, al ritmo de tus caderas, bailando esa danza que me hechiza, que me hace tocar el cielo, un cielo que parece inalcanzable.
Nunca olvido ese momento, donde nos perdemos por completo, donde nos olvidamos de nosotros mismos y renacemos juntos amándonos.
©2016 aalilamar, en colaboración con Emafis
Gracias Emafis por tu gran trabajo y por ofrecerte a formar esta unión!